13 de enero de 2015

Charlie Hebdo y los Derechos Humanos



Una de mis resoluciones para el presente año es escribir un artículo relacionado con el tema de los Derechos Humanos cada semana. Y siendo el primer artículo del año quería desearles a todos los que me leyeran un feliz año nuevo. También entre mis deseos está el que este 2015 sea un año positivo en lo que al tema de DDHH se refiere, pero lamentablemente el año no ha empezado de este modo.

El pasado miércoles 7 de enero en la ciudad de París, un atentado contra el semanario Charlie Hebdo terminó con un saldo de 12 víctimas fatales, incluidos varios caricaturistas y el editor del mencionado medio de comunicación. En este abominable caso, no sólo estamos ante un atentado contra el derecho a la vida y la integridad física sino que también se trata de un ataque a la libertad de expresión. Dicho semanario ya había sido víctima de ataques en su contra por sus polémicas caricaturas, principalmente las relativas al profeta Mahoma.

En las clases y en los talleres de DDHH que he dictado siempre me he referido a la responsabilidad de los Estados de respetar y garantizar los derechos humanos y muchas veces la gente me pregunta si los ciudadanos de a pie, que no formamos parte de ningún organismo público, podemos violar DDHH. Lo normal cuando se trata de violaciones a los DDHH, es que los perpetradores son funcionarios públicos que trabajan para el Estado, pero esto no quiere decir que los ciudadanos comunes no podamos violar los DDHH.

Un ejemplo claro de lo que me refiero es el caso de Charlie Hebdo. Sus perpetradores son terroristas y no forman parte de ningún organismo público francés, pero no hay ninguna duda que estamos ante un caso de violación a los derechos humanos. No sólo se atentó contra la vida sino que también es un evidente caso de ataque contra la libertad de expresión.

Ahora ¿en donde radica la responsabilidad del Estado? Pues, en garantizar los DDHH y evitar que se violen los mismos, pero como siempre habrán en mayor o menor medida violaciones a los DDHH, el Estado está en la obligación de investigar y sancionar a los responsables de las mismas.

Vale la pena recalcar, que en el caso de Charlie Hebdo, el ataque se dirigió a ellos por su posición con relación a determinados temas y la forma en que los trataban, especialmente el religioso. En muchos casos, podemos estar en contra de lo que dice algún medio de comunicación y ciertamente hay ciertas normas a las que se deben ceñir los medios sobre todo desde el punto de vista ético y profesional, pero esto no nos da derecho a los particulares ni tampoco al Estado de atacar a los medios de comunicación o a sus integrantes.

Espero que este mal comienzo sea sólo eso y que el 2015 sea un buen año para los DDHH en todo el mundo. Mis mejores deseos para todos ustedes.

@WeAreFreeAtLast

21 de enero de 2014

Testigos de ojos pequeños (triste artículo sobre los niños víctimas de la violencia)

http://www.el-nacional.com/siete_dias/Testigos-ojos-pequenos_0_338966372.html

Testigos de ojos pequeños

Testigos de ojos pequeños
Testigos de ojos pequeños
Los casos de niños, niñas o adolescentes que presencian la muerte de sus padres quedan invisibilizados en los subregistros de la violencia y la impunidad que estremecen al país.  El interés superior del niño resulta una falacia jurídica y  el miedo obstaculiza la solidaridad. En el proceso, las familias se destrozan y los sobrevivientes enfrentan el duelo con sus propios recursos, porque, en general, no reciben apoyo de las instituciones del Estado. Tres historias sobre hechos ocurridos en 2013 revelan la indefensión de los ciudadanos que se convirtieron en testigos y no aparecen en las estadísticas
“Voy a sacar 20 en todos los exámenes para irnos del país y que no nos maten”

A las 8:00 pm del 11 de noviembre del año pasado, la familia tenía dos nuevos motivos para estar feliz: se mudarían de Nuevo Prado, en El Cementerio, a un apartamento más acogedor y seguro en Baruta, y el segundo hijo –que había nacido 19 días atrás– se reía en los brazos de la madre que lo protegía en los asientos traseros del vehículo. La niña de 7 años de edad jugaba con el teléfono celular de su papá. Todos iban juntos en la camioneta familiar.
En un segundo les cambió la vida. Un grupo de motorizados vestidos de azul y negro los obligó a detenerse y, sin más, uno de ellos usó una escopeta para dispararle a la cara del hombre de 28 años de edad. Él trató de cubrirse con la mano, pero el impacto de la bala le llegó al rostro. Sus dedos volaron y cayeron encima de la niña que iba de copiloto.
“Mi sobrina abre la puerta y se lanza hacia una pendiente llena de monte. Trata de proteger al niño que sufre fractura de fémur con desplazamiento. El bebecito grita y grita desesperadamente. La niña empieza a llamarnos por teléfono. Solo escuchamos los gritos de su mamá y el llanto de su hermanito”, cuenta la familiar que pidió no revelar su nombre y que admite que sus conocimientos como psicóloga no le alcanzan para afrontar la tragedia.
“¡Mataron a mi papá, mataron a mi papá! Y mi mamá y mi hermanito se van a morir. Ayúdennos. Estamos por el parquecito de Cumbres de Curumo”, pedía auxilio la muchachita.
Con la ayuda de desconocidos, la mujer de 26 años de edad y sus dos hijos llegaron a una clínica. Allí declaró que se había caído con el bebé, porque desde el primer momento estuvo convencida de que los agresores eran policías. El bebé ha sido intervenido quirúrgicamente dos veces y hasta la semana pasada estuvo enyesado desde el torso hasta los tobillos, con dermatitis y complicaciones digestivas. Los médicos que lo atienden presumen que la rigidez en la parte superior de su cuerpo se debe a una convulsión por el intenso dolor físico que sufrió y que le puede haber causado daños neurológicos irreversibles.
“Toda la familia se desmembró. El cadáver del esposo de mi sobrina lo encontraron en una escalinata del barrio Los Totumos, en El Cementerio. Su madre se encargó de enterrarlo y después necesitó una cura de sueño. Ni mi sobrina ni su hija pudieron despedirse de él y viven aterradas, porque aseguran que sus agresores fueron policías. Mi hermana, la madre de mi sobrina, quiso suicidarse porque ese día dijo que no podía quedarse con el bebé recién nacido y la culpa no la deja vivir. Todos estamos aterrados y no nos atrevemos a denunciar, ni siquiera a hablar con nadie del asunto”, indica la psicóloga.
La madre se mudó a casa de otra tía y trata de mantenerse firme para curar al niño que apenas tiene dos meses y medio de edad. Se cortó y tiño el pelo, también se lo cortó a la niña. Teme que los asesinos sepan quiénes son, dónde están y traten de hacerles más daño.
La niña, que quedó a cargo de la única miembro de la familia que considera que contar la historia puede contribuir a sensibilizar al país sobre la violencia extrema que nos afecta a todos, está en un nuevo colegio, hace tareas dirigidas y recibe atención psicológica.
“Pero ha sido muy difícil sanarla. Pasó una semana desconectada de la realidad. Lo primero que hace al levantarse es llamar por teléfono a su mamá para pedirle que no salga de la casa. No soporta abordar un vehículo sin que la acompañe alguien de su confianza. No quiere jugar con muñecas. Dice que no va a casarse ni a tener hijos, porque no quiere que le pase lo que le pasó a su mamá. Todos los días llora y lo último que me dijo me destrozó el corazón: ‘Voy a sacar 20 en todos los exámenes, quiero pasar a segundo grado para irnos del país y que no nos maten”.

“¿Cuántas veces mi hijo tiene que ver a su papá morir?”

Hace un mes tomó un cuaderno a rayas. En una hoja dibujó a su papá sangrando y desvaneciéndose por un tiro en el costado. Al lado pintó un corazón y en líneas torcidas escribió un mensaje sin destinatario claro: “Tranquilo, al asesino lo vamos a atrapar”. En otra hoja del mismo cuaderno hizo el retrato del homicida: flaco, con lentes, gorra y una pistola en la mano, y anotó una reflexión discordante en un niño de 7 años de edad: “Esto es lo que pasa por vivir en barrios”.
Así recuerda el muchachito la tragedia que tuvo que presenciar el 9 de julio de 2013. Ese día estaba junto a su padre, Solandiz Rafael Jiménez Cabezas, de 34 años de edad, quien fue emboscado por un hombre que le iba a vender una moto. Todo lo que se sabe del hecho lo ha contado y lo sigue contando el propio menor de edad.
“El niño me dijo que ese hombre llegó pidiendo el dinero, pero mi esposo advirtió que tenía una actitud agresiva y le dijo que prefería ver la moto antes. En cuestión de minutos, sacó el arma y le disparó a Solandiz. Mi hijo me cuenta que no escuchó el disparo, por lo cual supongo que le puso silenciador a la pistola. El niño solo se percató de lo que estaba ocurriendo cuando vio que su papá estaba bañado en sangre. Lo agarró por un brazo, dio unos pocos pasos, le dijo que no podía más y cayó al suelo”, cuenta la madre, Wendy Ojeda.
La mujer relata que funcionarios de Polisucre auxiliaron a su esposo, pero sin detectar y valorar oportunamente todos los elementos de la emergencia, entre ellos las llamadas víctimas secundarias, dejaron al niño solo: “Él gritaba: ‘¡Ese es mi papá, ese es mi papá!’. Porque Dios estaba metido en el asunto apareció una señora, tomó al niño y con él se montó en un mototaxi y se pegó detrás de la patrulla de Polisucre. A mi hijo lo llevaron al Cicpc de El Llanito y luego a la Unidad de Pediatría del Pérez de León. Allí estuvo hasta el día siguiente, cuando yo regresé de oriente”.
Hace dos meses, el niño tuvo que volver a pagar el precio de haber presenciado la muerte de su padre. La policía científica detuvo a un hombre sospechoso de ser el homicida de Jiménez Cabezas y, a solicitud del Ministerio Público, se convocó al menor de edad para que hiciera el reconocimiento correspondiente.
El niño dijo que aquel hombre corpulento que estaba preso no era el que había matado a su padre.
Estudia segundo grado y su madre asegura que no ha disminuido su rendimiento escolar. “Yo pensé que no iba a poder dormir, que iba a vivir con miedo o que se iba a volver agresivo. Pensé muchas cosas: que me iba a volver loca, que no iba a poder salir adelante con mi niño y mis otras dos hijas gemelas de 13 años. Pero, para la gloria de Dios, soy cristiana, y el Señor tomó el control de todo”.
“Mi hijo está bien. No necesita psicólogos ni nada. ¿Qué mayor sanador que el Rey de Reyes?”, insiste la mujer, que habla con resignación, pero sola y triste, en una casa alquilada en la parte alta del sector Las Praderas de Maca, en Petare, que paga con la mitad de las tres becas Hijos de Venezuela que recibe.
“Todavía hay gente imprudente que insiste en preguntarle al niño cómo ocurrió el crimen. Yo lo aparto y digo: ‘¿Cuántas veces mi hijo tiene que ver a su papá morir?”, lamenta a la vez que hace esfuerzos por no expresar rabia. s

“Si nos llenamos de rencor todos vamos a terminar muertos”
El asesinato de dos maestras de preescolar, ocurrido en el barrio García Carballo de Caricuao el 9 de noviembre de 2013, estremeció a la comunidad y al país, pero sobre todo al adolescente de 13 años de edad que tuvo que ver el cuerpo de su madre baleado y yacente en el suelo.
“Todos estábamos en la calle: mi mamá (Ysmar Yusmerky Mendoza Vargas, de 28 años de edad) mi hermanita y yo. También estaba la otra maestra (Yolimar del Carmen Acosta, de 34 años) y sus dos hijos. De pronto llegaron unos tipos armados y empezaron a disparar. A mi mamá le dieron seis tiros”, recuerda el muchacho.
Obviamente, el joven se pregunta por qué. No le convence el móvil de robo que orientó las investigaciones policiales ni la presunta identificación de dos adolescentes como los homicidas, tal como informó el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, 11 días después del crimen. “Esos tipos dispararon y huyeron, no se llevaron nada de nadie. Supimos que en el celular de mi mamá había varios mensajes de texto con amenazas, pero ella no nos había dicho nada. A la final, no han agarrado a nadie”, reclama.
Al mediodía de este martes, el joven estaba listo para irse al liceo Roberto Martínez Centeno, donde estudia segundo año de bachillerato. Su abuela María Esther Vargas es la responsable de que su uniforme luzca impecable y de que no se despeine con la gorra de Los Ángeles Lakers que tanto le gusta.
“Ahora ese muchacho es mío y punto. Su papá, nada que ver. Pero poco importa que se haya desentendido, porque yo he visto por él desde que estaba en el vientre de mi hija. Mi otra nietecita de 6 años que quedó huérfana se la llevó su papá. Ese sí es un hombre responsable”, dice la mujer y asegura que lo que percibe como pensionada y jubilada es suficiente para asegurar la manutención de su nieto. Está convencida de que su afecto y cuidados bastan: “Él no necesita más nada, ni psicólogo ni nada, porque es muy maduro y no ha cambiado de actitud”.
“Yo voy fino en el liceo –reafirma el adolescente– y sigo haciendo deportes. Lo que más me gusta es el básquet y patinar. Soy bueno en básquet. Hace poco un señor nos dijo que nos iba a llevar a jugar a Argentina”. Además de deportista, quiere ser maestro, como su mamá: “Me gusta enseñar, porque me gusta ayudar a los niños más pequeños, que aprendan cosas nuevas”.
“Claro –continúa– sin mi mamá la vida ha sido dura. Ella era muy pana: buena madre, buena amiga, compañera. Nos daba todo lo que le pedíamos. Nunca nos decía que no. Yo la recuerdo todos los días”.
El muchacho sabe que el barrio en que vive es peligroso: “Yo solamente ando con niños buenos y trato de alejarme de la violencia. A unos chamos de por allá arriba les pasó algo parecido, les mataron a la mamá. Buscaron venganza y les fue mal; los mataron a ellos también. Si nos llenamos de rencor, todos vamos a terminar muertos, como esos chamos”.

Fallas del Estado revictimizan a los huérfanos de la violencia

Venezuela ha hecho caso omiso de las recomendaciones de la ONU para desarrollar políticas públicas en materia de seguridad ciudadana. Las especialistas María Josefina Ferrer y Gaby Arenas señalan que la solidaridad es imprescindible para afrontar el auge de la criminalidad

Que el Estado venezolano no tenga políticas públicas para atender a los niños, niñas y adolescentes víctimas primarias o secundarias de la violencia constituye una prueba de su marginalidad respecto del debate mundial que desde hace décadas se ha dado sobre el asunto. En 1996, la Organización de las Naciones Unidas aprobó el Manual de Justicia sobre el uso y aplicación de la Declaración de Principios Básicos de Justicia para víctimas de delito y abuso de poder que había formulado en 1985. Y en noviembre de 2013 ese manual fue actualizado para facilitar a los países miembros de la ONU, entre ellos Venezuela, el diseño y ejecución de políticas públicas en materia de seguridad ciudadana, en las cuales la víctima sea una prioridad y reciba una atención integral.
“Los estándares internacionales derivados de la actualización de este manual –explica la profesora de victimología de la Universidad Central de Venezuela, María Josefina Ferrer– se pueden resumir en la necesidad de garantizar tres derechos: asistencia, protección y reparación.
Sin embargo, lamenta la docente, en Venezuela el auxilio a corto, mediano y largo plazo que requieren los afectados por el auge delictivo es inexistente, y el sistema de justicia penal es tan absurdo e ineficiente que, en vez de resarcir daños, conduce a la impunidad.
“En el caso de los llamados huérfanos de la violencia, el interés superior del niño es una falacia jurídica y las instituciones del Estado, lejos de contribuir a la recuperación de las víctimas y fomentar la resiliencia, son responsables de su revictimización”, afirma Ferrer.
Gaby Arenas de Meneses, directora de la Fundación Taller para el Aprendizaje de las Artes y el Pensamiento, TAAP, ofrece un ejemplo concreto: “El Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de El Hatillo no dispone de un mensajero para llevar una citación a un agresor. De esta forma las pocas denuncias que se formulan no pueden ser cuantificadas ni atendidas adecuadamente”.
Arenas de Meneses también refiere los documentos elaborados por la ONU sobre la violencia que afecta niños, niñas y adolescentes en el mundo, América Latina y Venezuela.
“El Informe de América Latina en el marco del Estudio Mundial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra niños, niñas y adolescentes considera que los niños que crecen como víctimas de maltrato o rodeados por situaciones de violencia, son más proclives a convertirse en jóvenes y adultos violentos al crecer. Desde muy temprano los niños aprenden que la violencia es una forma eficaz para ‘resolver’ conflictos interpersonales, especialmente si la han padecido dentro del hogar, ya sea como víctimas o como testigos”, recuerda la fundación TAAP.
Esfuerzos truncados. Ferrer considera que la situación de la violencia contra niños, niñas y adolescentes en Venezuela es tan grave, que no es exagerado echar mano de otros manuales que ha producido la ONU, como los relacionados con el estrés postraumático que sufren los niños afectados por la guerra.
“En Venezuela las víctimas no son prioridad para nadie. En muchos casos, la propia víctima se rehúsa a reconocerse como tal. Hay quienes razonan que si yo me reconozco como víctima, reconozco que estoy mal y, por lo general, nadie quiere estar mal. Es un elemental mecanismo de defensa, la negación, que, en vez de facilitar dificulta el proceso de duelo y de recuperación”, afirma la profesora de la UCV.
Arenas de Meneses agrega que la resistencia de las víctimas a autorreconocerse como tales solo evidencia la complejidad del asunto y los retos para las instituciones y la sociedad en general.
“Debemos entender que todos somos corresponsables y no podemos refugiarnos en la excusa de que involucrarnos en estos asuntos es un peligro.
Si todos los vecinos de El Cambur hubiesen salido con los nombres y las fotos de los llamados ‘Sanguinarios’ y se los hubieran dado a los diarios, quizás la hija de Mónica Spear no se habría sumado a los cientos de niños que presencian la muerte de sus padres. Pero mientras pensemos en que no me voy a meter en líos para que no me pase nada a mí, la situación va a empeorar. Y, lo peor, es que cualquier día nos puede tocar a nosotros”, reitera la directora del fundación TAAP.
Arenas de Meneses advierte que sin estudios y estadísticas confiables no se puede avanzar: “Los resultados del estudio realizado por la ministra Maryann Hanson en 2011 sobre acoso escolar no se publicaron, pero algunas organizaciones como Cecodap han documentado casos de suicidio por este problema.
La Comisión Desarme invirtió miles de millones de bolívares en investigaciones. Convocó a los mejores investigadores del país y de América Latina. Acopió el mejor acervo documental sobre violencia criminal en Venezuela, pero no logró articulación de los grupos de trabajo, porque se convirtió en un ente político.
No bastan planes cayapa o patria segura si no se aborda el problema de la inseguridad ciudadana y la violencia criminal en forma integral”.

Los niños deben seguir  sus rutinas
Lissette Cardona
Édgar López

Los niños que pierden a sus progenitores deben mantener la rutina que llevaban cuando convivían con ellos. María Isabel Parada, presidente de la ONG Psicólogos sin Fronteras, señaló que el contexto en el que se da la pérdida de los padres y la edad de los pequeños, marca la diferencia en el tipo de atención requerida. Sin embargo, se debe procurar que el afectado reciba ayuda profesional.
“Hay que procurar que el niño mantenga sus rutinas, que vaya al colegio, que cumpla con sus hábitos de alimentación y aseo, que juegue como siempre lo hacía”, explicó.
La especialista insistió en que los huérfanos por la violencia deben sentirse apoyados y queridos por los familiares más cercanos para entender la pérdida.
Aclaró que el proceso puede ser largo y difícil, incluso puede tomar algunos años.
La psicóloga clínica María Eugenia Guédez, presidente del Colegio de Psicólogos del Distrito Capital, señaló que los familiares que se harán cargo del niño afectado deben permitir la expresión de sus sentimientos.
“Hay que dejarlos preguntar e irles respondiendo, así sea reiterativo. Los adultos no deben interrumpir o distraer al pequeño de lo que quiere expresar con respecto a la muerte, sobre todo en los primeros momentos”, expresó.
Guédez recomendó evitar las mentiras, porque causan desconfianza hacia la familia y en sí mismo. Aseguró que a partir de los 6 años de edad, los pequeños tienen conciencia del significado de la muerte, especialmente, si ya han experimentado el fallecimiento de un familiar anciano o una mascota.
“Es recomendable que el niño sea abordado por alguien cercano, que se sienta dispuesto a hacerlo. Si es muy pequeño se le puede decir que se fue al cielo. Si la familia no está preparada es mejor tomar un tiempo para decírselo”, indicó.
Precisó que la realización de dibujos y la escritura ayudan a drenar las emociones. Estos deben ser entregados a los especialistas para facilitar la orientación y el diagnóstico de otros trastornos.
Claudia Carrillo, psicóloga clínica, coordinadora de la Unidad de Atención a Víctimas de Cofavic, enumeró las reacciones esperadas en niños que pierden a sus padres de acuerdo con la edad.
Los niños menores de 5 años de edad sienten mayor ansiedad por la separación y presenta apego excesivo hacia las personas más influyentes. Hay retorno a etapas evolutivas ya superadas. Los pequeños de 6 a 11 años de edad, tiene dificultad para relacionarse con sus pares y compañeros. Pueden ser agresivos, estar ansiosos y presentar problemas de aprendizaje y trastornos alimenticios.
Los adolescentes, por su parte, suelen bajar su autoestima, se tornan agresivos y se aíslan socialmente. En algunos casos se responsabilizan excesivamente con el hogar, trabajan desde muy jóvenes y pueden abusar del alcohol y/o las drogas.
“En mi experiencia con familias víctimas de violencia, lo que sucede es un replanteamiento de su proyecto de vida y un crecimiento para las personas afectadas, quienes ven fortalecidos sus mecanismos de afrontamiento para responder a situaciones límites. Mientras más jóvenes son las víctimas, más oportunidades tienen para aprender de la experiencia. En todo caso, es determinante el apoyo que reciban”, expresó.

Testimonios

La inseguridad en lápiz y creyón

La Fundación Taller de Aprendizaje para las Artes y el Pensamiento (TAAP) se ha dedicado a reunir, como parte de sus actividades, testimonios gráficos y textuales de niños que han sido víctimas o testigos.  Estas son algunas de las historias y dibujos recopilados por esta organización. Los nombres de los pequeños fueron cambiados para proteger su identidad.

Ricardo
11 años de edad
“Mi mamá y papá nunca salían tan temprano, pero ese día estaban felices porque mi papá por fin había encontrado un trabajo. En este callejón nadie sale antes de que amanezca, yo vi cómo le abrieron la cabeza a un loco con un palo. Pero el día que mataron a mi papá no sabía que le habían disparado a él. Ahora yo ayudo a mi mamá y la cuido porque ella casi no quiso volver a salir ni volver a comer. Ahora yo trabajo en las camionetas y en el mercado. A veces extraño el colegio, a mis amigos y el básquet porque yo era bien bueno”.

Rosa
14 años de edad
“Mi mamá no va a regresar más, eso me calma, ya no va a haber más gritos, mi papá no le va a pegar más y tampoco me va a pegar a mí. Con mi abuela todo es más tranquilo”.
La mamá de Rosa murió tras ser atacada por su pareja con un machete, quien luego salió de la casa y se disparó.

Yesenia
7 años de edad
“No sé qué le pasó a mi hermano, no parecía él, estaba muy, muy bravo. Yo creo que mi papá era muy malo y por eso él nos defendió”.
El hermano mayor de Yesenia tenía 12 años de edad cuando le disparó a su papá frente a sus 5 hermanitos. Lo hizo para defender a su madre y hermana de las agresiones del progenitor.

Luisa
4 años de edad
“Extraño mucho a mi hermano. Yo sé que él está dormido y solo quiero que se vuelva a despertar. Mi mamá dice que él no va a volver, pero yo creo que sí, y seguro cuando vuelva podremos jugar con mi pelota nueva y mi muñeca”
Al hermano de Luisa lo mató una bala perdida en un tiroteo en el barrio. Ella estuvo a su lado por casi dos horas, mientras su mamá volvía del trabajo para recoger el cuerpo de la acera. Ningún vecino o autoridad salió a ayudarlos.

14 de enero de 2014

"Gracias a Dios que solo fue un susto y no nos mataron" - Sucesos

"Gracias a Dios que solo fue un susto y no nos mataron" - Sucesos


"Gracias a Dios que solo fue un susto y no nos mataron"

Coordinador de Amnistía Internacional recibió un tiro

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"Lo que nos pasó a mi y a mi familia te habla de una generalización de la violencia", Carlos Lusverti CORTESÍA
THÁBATA MOLINA |  EL UNIVERSAL
martes 14 de enero de 2014  12:00 AM
"Gracias a Dios que solo fue un susto y no nos mataron", expresó desde la emergencia de una clínica capitalina el coordinador de Amnistía Internacional (AI), Carlos Lusverti, quien sobrevivió a un tiro que recibió la tarde del domingo en la salida de AeroExpresos Ejecutivos, en Bello Campo.

Lusverti ha sido desde hace tres años promotor de la campaña "Basta de balas" de Amnistía Internacional en Venezuela, pero la tarde del domingo él y a su padre fueron alcanzados por sendos proyectiles en medio de un atraco.

El padre de Lusverti y su madre lo esperaban en un vehículo a la salida del terminal de autobuses cuando fueron interceptados por dos hombres que iban a una moto. "Cuando yo me fui a montar ellos llegaron, robaron a mi mamá y cuando me les acerqué lanzaron los disparos", contó la víctima.

El padre de Lusverti fue alcanzado por un proyectil en el brazo izquierdo y tuvo que ser operado, mientras que el tiro que recibió el coordinador de AI le penetró en la espalda, sin afectar ningún órgano.

"Lo que nos pasó a mi y a mi familia te habla de una generalización de la violencia en el país. Ya no importan las precauciones que cada uno toma, estamos a merced de la delincuencia en todos lados", expresó Lusverti.

A propósito de lo ocurrido el domingo por la tarde, el alcalde de Chacao Ramón Muchacho anunció que el área de Bello Campo será una "zona de atención especial", donde reforzarán la presencia policial, la limpieza y la recuperación de espacios públicos.

En junio de 2013 mataron en el callejón Bermúdez de Bello Campo al estudiante de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello Adrián Sanjuan Cavallieri, de 22 años, para robarle su camioneta Toyota Merú, cuando fue a llevar a una amiga a su casa.

Fallece el poeta Juan Gelman

http://www.eluniversal.com/arte-y-entretenimiento/cultura/140114/fallece-en-mexico-el-poeta-argentino-juan-gelman
POESÍA | Tenía 83 años

Fallece en México el poeta argentino Juan Gelman

La dictadura le arrebató a su hijo Marcelo y a su nuera, la española Claudia García, embarazada de siete meses. A pesar de que ambos formaron parte de la larga lista de desaparecidos, el poeta pudo encontrar a su nieta Macarena hace un par de años. Su vida estuvo marcada por ese dolor.

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Nació el 3 de mayo de 1930 en Buenos Aires y se exilió en Italia, Francia y finalmente México (Efe)
EL UNIVERSAL
martes 14 de enero de 2014  08:30 PM
Ciudad de México.- El escritor argentino Juan Gelman, ganador del Premio Cervantes y un sobreviviente del exilio, que buscó desesperadamente y encontró en Uruguay a su nieta desaparecida, murió hoy en Ciudad de México a los 83 años.

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) confirmó la muerte del poeta, ganador del Premio Nacional de Poesía en Argentina (1997), el Juan Rulfo de Literatura Latinoamericana y del Caribe (2000), el Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (2004), el Reina Sofía de Poesía (2005) y el Cervantes (2007), destacó la agencia  Dpa.

"Juan Gelman, poeta del alma mexicana, poeta mayor, ha muerto. Mi pésame a sus deudos", escribió en su cuenta de Twitter el presidente de Conaculta, Rafael Tovar.

Gelman nació el 3 de mayo de 1930 en Buenos Aires y se exilió en Italia, Francia y finalmente México por la persecución de la dictadura militar argentina (1976-1983).

La dictadura le arrebató a su hijo Marcelo y a su nuera, la española Claudia García, embarazada de siete meses. A pesar de que ambos formaron parte de la larga lista de desaparecidos, el poeta pudo encontrar a su nieta Macarena hace un par de años. Su vida estuvo marcada por ese dolor.

"Hay recuerdos que no necesitan ser llamados y siempre están ahí y muestran su rostro sin descanso. Es el rostro de los seres amados que las dictaduras militares desaparecieron", señaló Gelman al recibir el Cervantes.

Gelman estuvo directamente relacionado a la creación del grupo El pan duro, que reunía a jóvenes militantes comunistas. El primer fruto de dicha agrupación fue el libro Violín y otras cuestiones.

Realizó colaboraciones, como periodista, con diarios y revistas como La Opinión, Panorama, Crisis y Noticias.

Su activismo político lo llevó, en 1967, durante la dictadura militar autodenominada Revolución Argentina (1966-1973 a integrarse a la organización guerrillera recién formada Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de orientación peronista-guevarista.

A fines de 1973 pasó a integrar la organización guerrillera Montoneros, de orientación peronista. Tras el retorno a la democracia, continuaron abiertas en Argentina causas judiciales en las que se investigaban supuestos homicidios y otros delitos imputados a la agrupación, en las que tenía orden de captura, por lo cual Gelman no regresó al país y se mantuvo en el exilio.

Fue indultado por el presidente Carlos Menem, junto a otros 64 exintegrantes de organizaciones guerrilleras. Gelman rechazó la medida y protestó públicamente contra ella a través de una nota publicada en el diario Página/12. "Me están canjeando por los secuestradores de mis hijos y de otros miles de muchachos que ahora son mis hijos", escribió.

29 de octubre de 2013

Por qué hay tantos casos de homicidio cometidos por funcionarios policiales?

http://www.eluniversal.com/sucesos/131027/polinacional-mato-a-un-barman-que-le-reclamo-pago-de-la-cuenta


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Polinacional mató a un barman que le reclamó pago de la cuenta

El empleado de la discoteca Auyama Café recibió dos impactos de bala

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Mora salió de la discoteca, buscó su arma de reglamento en su automóvil, y le disparó a Jaimes FERNANDO SÁNCHEZ
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DEIVIS RAMÍREZ MIRANDA |  EL UNIVERSAL
domingo 27 de octubre de 2013  12:00 AM
Dos impactos de bala recibió Luis Anderson Jaimes Villamizar, de 25 años, la madrugada de ayer.

Un funcionario activo de la Policía Nacional Bolivariana le disparó porque este le reclamó el pago de la cuenta que había consumido en el local nocturno Auyama Café, de Las Mercedes, donde Luis Anderson laboraba como bartender.

El policía, quien fue identificado como Oswaldo Enrique Mora Chacón, de 32 años, oficial de la PNB, estaba franco de servicio y llegó al local, la noche del viernes, con otros dos efectivos y tres amigos.

Todos disfrutaron del juego Caracas-Magallanes y luego se quedaron tomando hasta las tres y media de la madrugada, cuando decidieron irse.

Según versión de testigos, el funcionario y los amigos pagaron la cuenta, pero hubo un error que fue detectado por el bartender, quien se les acercó cuando ya se iban.

Antes de salir del local, el joven les pidió revisar el pago, pero los funcionarios, pasados de tragos, le reclamaron y comenzaron una discusión que se extendió hasta las afueras de la discoteca.

El policía se molestó, cruzó la calle y sacó de su camioneta Ford Explorer roja el arma de reglamento que había dejado guardada y le disparó dos veces al bartender.

Apenas sonaron las detonaciones, todos los clientes que estaban en el local corrieron desesperados.

Hubo más disparos y los policías partieron botellas y atacaron al gerente de turno del local y a un vigilante. A ambos los apuñalaron.

Fueron identificados como Ricardo Eduardo Moreno, de 24 años, y Cristian Alejandro Fernández, de 25.

Funcionarios de Polibaruta lograron detener a los polinacionales y a sus amigos.

Mientras tanto, empleados del comercio trasladaron al bartender a la Policlínica Las Mercedes, donde falleció media horas después esperando que lo atendieran. Un proyectil le perforó un pulmón.

Los otros dos PNB detenidos, ambos oficiales adscritos a patrullaje vehicular en El Amparo, son: Kelinton Joel Monsalve Álvarez, de 25 años, y Yemi Elías Machado Nuero, de 26.

Los amigos eran Francisco Javier Morales, de 30 años; Jesús Castellanos, de 29, y Betsy Marisel Machado, de 30 años.

Todo quedó registrado en las cámaras de vigilancia del local.

dramirez@eluniversal.com

Triste caso de ejecución extrajudicial en Carúpano - 4 personas fallecidas a manos del CICPC

http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/131028/asesinato-de-cuatro-personas-desato-protesta-en-carupano

Asesinato de cuatro personas desató protesta en Carúpano

La población enardecida arremetió contra la sede del Cicpc en la región

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Los residentes acusaron al Cicpc del crimen CORTESÍAESÍA@HUASCARNI
MIRIAM RIVERO , CON INFORMACIÓN DE JUAN FRANCISCO ALONSO |  ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
lunes 28 de octubre de 2013  12:00 AM
Puerto La Cruz.- Una situación de caos se vivió este domingo en la ciudad de Carúpano (Sucre), cuando los pobladores de Playa Grande y Las Azucenas, salieron a las calles a protestar por el asesinato, en la medianoche del sábado, de cuatro personas presuntamente a manos de efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

El suceso motivó al cierre de la vía que comunica a la localidad con la ciudad de Cumaná, situación que se prolongó hasta horas de la tarde del ayer, cuando la población permanecía enardecida y donde un grupo de los manifestantes aseguró no temer ni a la Guardia Nacional ni a la Armada ni a la Policía regional, quienes se presentaron a resguardar a los agentes acusados.

Según los residentes los cuatro fallecidos estaban en una fiesta en el sector Los Bloques de Las Azucenas, a cinco minutos de Carúpano, y al regresar a sus casas fueron interceptados por una comisión del Cicpc con la que habrían mantenido una discusión.

Jesús Salazar Rodríguez, de 26 años de edad, ingresó al Hospital Santos Anibal Dominici de la localidad oriental con vida, pero murió a las cinco de la mañana debido una herida de arma de fuego en el cuello. Las otras víctimas respondían a los nombres de Carlos Del Valle Millán, de 53 años de edad y quien recibió 21 disparos; Jean Carlos Zuniaga Moreno, de 21 años, presentaba 9 disparos; y Daniel José Salazar Rodríguez, hermano del primer fallecido, también ingresó al centro de salud con múltiples disparos.

El diputado a la Asamblea Nacional, Juan Pablo Patiño (Primero Justicia), indicó que la vía fue cerrada por la población enardecida con cauchos quemados, troncos y basura para presionar la detención inmediata de los policías implicados.

Queman camioneta del Cicpc

A las 8 de la mañana del domingo comenzó la manifestación de los vecinos de Carúpano. Uno de los grupos de manifestantes se dirigió a la sede de la policía científica para exigir que se aclare el hecho y algunos exaltados incendiaron una de las patrullas de la institución que se encontraba estacionada en las afueras.

Carlos Ortíz, habitante del lugar, aseguró que las víctimas eran unos pescadores.

Ante la delicada situación, los efectivos policiales se vieron obligados a saltar las cercas del módulo y huyeron ante el temor de ser quemados como la patrulla.

La vecinos de Las Azucenas Playa Grande y Carúpano, responsabilizan al jefe del Cicpc, Luis Carlos Maldonado, de estar involucrado en el crimen. El funcionario tuvo que ser auxiliado por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), los cuales lo trasladaron a la oficina de Coordinación Policial "Francisco Bermúdez", para protegerlo.

Tanto efectivos de la GN, como de otros organismos se apersonaron en el lugar para establecer el orden, pero aún así los moradores se mantuvieron en las calles manifestando su descontento por el crimen y la falta de responsabilidades.

En Carúpano y sus alrededores reinó la confusión durante todo el día y ninguna autoridad regional y municipal ofreció información sobre los sucesos que desencadenaron las protestas.

Fiscalía abrió investigación

Al finalizar la tarde, el Ministerio Público anunció que dos fiscales (Ramón Diamont y Carlos Bravo) fueron comisionados para investigar el suceso y dejó en claro en las pesquisas no participará el Cicpc.

"Los fiscales coordinan las actuaciones realizadas por la Unidad de Asesoría Técnico Científica del Ministerio Público, conjuntamente con funcionarios del Guardia Nacional", reza el comunicado emitido en la tarde por el despacho dirigido por Luisa Ortega Díaz.

Fuentes del organismo recordaron que cuando se presume que un cuerpo policial está implicado en un crimen ninguno de sus integrantes no participa en las averiguaciones.

La instancia garante de la legalidad también anunció que ya se ordenó inspeccionar del sitio del suceso, realizar el levantamiento planimétrico así como las fijaciones fotográficas y entrevistar a testigos.

28 de octubre de 2013

Pianista chino Lang Lang, nuevo Mensajero de la ONU para la Paz

http://www.un.org/spanish/News/story.asp?newsID=27854#.Um81A1Pd6Sp
28 de octubre, 2013 — El famoso pianista de origen chino Lang Lang se convirtió hoy en Mensajero de la ONU para la Paz, con la misión de difundir los principios de Naciones Unidas y concienciar sobre el trabajo de la Organización.

Al otorgarle su investidura, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, destacó el talento artístico del maestro del piano y elogió su papel como Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, donde se ha valido del arte para inspirar al público a ayudar a los niños de todo el mundo a mejorar sus vidas.

Ban explicó que Lang Lang se enfocará en una de las grandes prioridades de la ONU: la educación global.

“Mediante su espíritu lúdico y su profundo talento, Lang Lang se conecta con la gente no sólo a través de la música, sino por su pasión por construir un mundo mejor por medio de la educación. Sé que el mensaje de Lang Lang tocará una cuerda desde las salas de concierto hasta los salones de clase”, dijo.

Lang Lang se sumará a los doce Mensajeros de la Paz que tiene actualmente la ONU, entre quienes se cuentan los actores George Clooney y Michael Douglas, y el músico Yo-Yo Ma.

¿Quién es Lang Lang? Pues vean el video que se encuentra en el siguiente enlace
http://www.youtube.com/watch?v=lRZdLYxyUHU